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Humedales:
Su Manejo--Eliminación
Antes de que su importancia ecológica se descubriera, los humedales se
consideraban como un terreno baldío. Los removían activamente para
despejar los terrenos para uso de los humanos. La remoción de los
humedales se logró mediante el drenaje de sus áreas, rellenándolas con
tierra y desviando sus aguas lejos de su lugar original. Con la
sedimentación que resulta con el pasar de los años, el resultado fue la
formación de terrenos bien fértiles dentro de algunos de los humedales.
Muchos de los humedales fueron drenados y los convirtieron en terrenos de
cultivo. Otros terrenos fueron desarrollados para propósitos
residenciales y comerciales.
Foto:
Villa Indígena, Trillo Tamiami. Foto cortesía del Distrito de Manejo de
Aguas del Sur de Florida.
Los desarrolladores también son responsables por la remoción pasiva de los
humedales al impedir o cortar el flujo del agua hacia ellos. Los
desarrolladores alteraron la trayectoria del flujo del agua por muchas
razones: para proyectos residenciales, para propósitos de negocios,
industriales y agrícolas, y para protección contra inundaciones. Cuando
el cauce natural del agua se desvía lejos de los humedales, el ecosistema
se seca y desaparece.
En adición a la remoción de los humedales a través de la restricción
activa o pasiva del cauce o flujo del agua a través de ellos, las personas
han destruido estos ecosistemas contaminándolos. Los humedales son
sistemas naturales de filtración de agua. Se pueden utilizar para el
tratamiento de aguas negras o residuales, escorrentías agrícolas y para el
drenaje de minas ácidas. Sin embargo, cuando estos contaminantes están
muy concentrados, comienzan a degradar el humedal. Este problema ocurre
en áreas donde se permite que demasiados contaminantes pasen por el
humedal. La pérdida de los humedales significa la pérdida de los riñones
de la naturaleza—pues son las áreas que filtran las impurezas del agua que
fluyen desde los ecosistemas terrestres hasta el mar abierto.
La remoción de los humedales también ha resultado en la pérdida del
hábitat de muchas
especies
de microorganismos, plantas y animales. La pérdida del hábitat
se ha traducido en una reducción en la biodiversidad y la casi extinción
de muchos de estos organismos.
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